Si estás aquí es porque algo va mal.
¿Cuánto tiempo más estás dispuesto a vivir siendo infeliz?
Este es el primer paso que ya estás tardando en dar.
Hola,
Antes de nada, lo primero que quiero que sepas es que no tengo 10 másteres ni 30 años de experiencia a mis espaldas.
No he estudiado en Harvard y tampoco voy a reinventar la psicología.
No tengo un diván a lo Freud y no intentaré averiguar lo que te pasa a través de tus sueños con una nueva técnica revolucionaria hecha por mí (ay Freud…).
Esto no me hace sentir bien ni mal, esto es.
Aunque ojalá no haber estudiado tanto, porque la verdad con lo que más he aprendido es escuchando a personas cada día con diferentes historias personales.
Así que si estás buscando a un psicólogo con titulitis severa valorando sus 10 másteres yo no soy la indicada.
Porque en lo único que soy «experta» es en disfrutar ayudando a otras personas.
Y en esta página puedo enseñarte, de manera muy sencilla, cómo empezar a cambiar tu vida.
Porque algo está claro…
Todo el mundo quiere ser feliz.
Pero no todo el mundo quiere esforzarse para serlo.
No digo que tú seas esa clase de persona, pero ya te adelanto que sin esfuerzo nada servirá lo que te contaré hoy aquí.
No será difícil, sino que tocará ponerse manos a la obra.
Por lo tanto esta es la segunda cosa que quiero dejar clara para que no pierdas el tiempo. Esto será un camino paso a paso que harás para ti, para ser más feliz.
Cuanto antes dejemos claro que esto no es para todo el mundo mejor.
Es cuestión de que valores cuánto estás dispuesto a esforzarte y si la inversión de tu tiempo merece la pena.
Lo que yo te ofrezco aquí es algo que poner en práctica desde el minuto 1, pero nada de milagros ni trucos de magia.
No soy maga.
Sí, veo necesario aclararlo.
Repito, los psicólogos NO somos magos.
Hablo de hacerte preguntas.
Hablo de ser sincero contigo mismo y saber qué quieres en esta vida.
Hablo de actuar aunque tengas miedo… A que hagas aquello que te aterra.
Hablo de conocerte a ti mismo y de aceptarte con tus cosas buenas y tus mierdas.
De todo esto es de lo que te voy a hablar.
Mi ex Carlos o cómo la vida te da una ostia en un segundo.
Era invierno de 2016.
Este era un día cualquiera. O eso parecía.
El día empezó como cualquier otro, con un frío de narices al salir del nórdico y con sus correprisas.
No acostumbro a ser una persona que lo tenga todo muy planeado y hoy era posible (como muchas mañanas) que tuviera que salir corriendo al trabajo. Y así fue.
Por ese entonces yo vivía con la que era mi pareja desde siempre, Carlos.
Bueno desde adolescentes, y es que Carlos y yo éramos la típica pareja que daba asco ver de lo felices que éramos.
Así que antes de irme me despedí de él rápidamente sin parar mucha atención.
Ese día como ya te he dicho parecía normal.
No me imaginaba lo que se me iba a venir encima cuando volví a casa por la tarde.
Y quién se lo iba a imaginar…
Pues sí, mi compañero de vida me dejó con un «Lo siento» y poco más.
Y no solo me dejó. Mi mundo se desmoronó en cuestión de segundos.
Mi cama se convirtió en mi prisión, sólo pasaban los días dentro de ese nórdico a rayas grises y blancas, recordando todo lo que vivimos y dejamos de vivir.
Todo lo que ya no pudo ser.
Me quedaba ahí, con la mirada perdida deseando gritar pero sin poder hacerlo.
Se llevó mis sueños.
Mis esperanzas.
Mis recuerdos.
Mis ganas de amar.
Mis ganas de vivir.
No sé si alguna vez te has sentido igual, yo estaba totalmente perdida.
No paraba de pensar porqué nos había pasado esto, qué hice mal, qué pude haber evitado.
Pasaban los meses y yo seguía igual, y me preguntaba si seguía así si podría ahogarme con mis propias lágrimas.
Hasta que un día, después de mucho lamento, mucha queja y mucha tristeza me di cuenta de que no podía seguir así.
En este punto yo sabía que tenía que hacer algo, pero no sabía cómo.
Lo que sí tenía claro es que no estaba bien y que si seguía así no iba a estar bien nunca más.
Y me di cuenta de algo muy importante, y es que no me estaba haciendo las preguntas correctas.
Pero no sabía encontrar respuesta a esas otras preguntas que cambiarían mi vida por completo.
Necesitaba ayuda.
Esto al principio no creas que fue fácil de reconocer, ni siquiera de darme cuenta.
Yo iba siempre con mi «tu puedes sola y tienes que poder sola«, hasta que ese día no pude más. Y en ese momento no te queda de otra que pedir ayuda.
Así que sí, pedí ayuda.
Y fue la mejor decisión que he tomado en toda mi vida.
Sí, en toda mi vida.
En terapia aprendí:
✔ Las preguntas más sencillas, que casi nadie se hace, para saber qué te pasa. (Cuando sabes esto ya no puedes ignorarlo, y no te queda más remedio que mover ficha).
✔ De qué cojones va la vida y quién coño eres tú. No puedes ser feliz sin saber cómo funciona el mundo, los demás y porqué piensas, sientes y actúas.
✔ Porqué piensas lo que piensas, y cómo eso te está haciendo daño. Y cómo es ésta una de las razones principales por las que no consigues cambiar tu conducta.
✔ La razón por la que no te ha servido de nada ir al psicólogo si ya lo has probado. Hacen falta una serie de ingredientes indispensables para que la terapia funcione.
✔ De qué forma, sin tu saberlo, te estás jodiendo la vida. Sólo si sabes esto, puedes cambiarlo.
✔ Cómo cambiar los pensamientos que te hacen sufrir y darles el peso que realmente tienen. Te darás cuenta del gran poder que tienes para cambiarlos con unas sencillas herramientas que te daré.
✔ Cómo conseguir aquello que deseas sin quedarte paralizado por el miedo y después sentirte culpable por no haber podido hacerlo.
✔ Unas herramientas muy sencillas pero muy eficaces para retomar por fin el control sin tener que ir al psicólogo toda tu vida.
✔ Aprenderás a equivocarte sin castigarte. Lo que haces cada vez que las cosas no salen como tu quieres es decisivo para empeorar o mejorar tu autoestima.
✔ Aumentarás tu autoestima notablemente. Tú eres, por suerte y por desgracia, el único que puede quererse más. En terapia sabrás porque no te quieres y cómo cambiarlo.
Y entonces recordé lo que era ser feliz.
Volví a sonreír.
A reír.
A disfrutar.
A salir.
Recuperé las ganas de levantarme de la cama.
Las ganas de salir con mis amistades.
Las ganas de cuidarme.
Recuperé mis sueños.
Mis esperanzas.
Esa increíble sensación de saber que puedes con todo, que nada te para, que aquí estoy yo.
Y supe, desde ese momento, que podían pasarme cosas inesperadas, situaciones difíciles, que seguramente lo volvería a pasar mal.
Pero ya nunca sería igual.
Yo ya no era igual.
Ya podía venir el huracán Katrina.
PREGUNTAS QUE PODRÍAS HACERTE.
¿Pero quién eres y que es lo que haremos en terapia?
Aquí de lo que se trata es de que hablemos de ti.
Pero si tienes curiosidad…
Me llamo Lidia y soy psicóloga porque me gusta ayudar a las personas a sentirse mejor.
Si estás leyendo esto es porque eres de Viladecans o alrededores y buscas psicólogo.
Yo enfoco las sesiones de psicología de esta manera:
El pasado nos cambia y afecta pero no nos marca para toda la vida. Lo hablaremos pero no nos quedaremos estancados ahí, sino que te llevaré al presente.
Ni al pasado ni al futuro, a tu presente.
Quiero saber cómo piensas, porque lo que piensas, más que lo que te sucede, es lo que te está haciendo sufrir.
Y una vez lo sepamos, lo cambiaremos.
Tu realidad cambiará.
Conseguirás estar mejor.
Quiero que no me necesites.
Que pares de castigarte.
Que seas el dueño de tu vida.
Que consigas aquello que deseas.
Que vivas en paz.
Así no te pasarás media vida en mi consulta.
Porque sino no tendría sentido mi trabajo.
Te toca decidir a ti si esto es para ti, esto es para gente con coraje.
Me puedes escribir un Whatsapp o llamarme.
¿Eres tu la psicóloga que me conviene?
Yo también tuve que buscar a un psicólogo/a en su día.
No sabía ni por dónde empezar a buscar.
Bueno sí, en Google.
Así que puse: «psicólogo cerca».
Vi algunos, ¿pero cómo podía saber cuál me ayudaría?
Psicólogos hay muchos, y en Viladecans hay muchos y muy buenos.
Lo sé porque ahora conozco a muchos de ellos.
No te puedo garantizar que yo sea la psicóloga que te pueda ayudar.
Esto no es como elegir el mejor restaurante de la ciudad.
Lo que te ofrezco es una terapia centrada completamente en ti, en lo que necesitas.
Se trata de escucharte, no de oírte.
De no juzgarte, de ver qué te funciona a ti.
Y de acompañarte allá donde quieras ir.
Y si veo que yo no soy la psicóloga que más sabe sobre tu tema y que por lo tanto no te puedo ayudar todo lo que me gustaría, te recomendaré otro compañero o compañera que pueda ayudarte.
Porque que no te funcione una terapia no quiere decir que ese psicólogo sea malo o bueno, sino que no es para ti.
Así que centrémonos en ti.
¿Cuánto cuesta cada sesión?
Cada sesión de 1 hora cuesta 50 euros.
No sé cuánto valoras tu bienestar y tu felicidad, o si ese dinero prefieres invertirlo en una paella para 3, en 10 mensualidades de Netflix o en unas nuevas bambas.
Lo que sé es que subiré el precio en algún momento.
Ya que no estás pagando 50 euros por una hora.
Estás pagando por todos los conocimientos que he adquirido durante años y que sigo adquiriendo día a día.
Pagas por muchas horas que invierto en prepararme las sesiones y en cómo luego según tu caso en particular analizo qué tratamiento es el mejor para ti y después lo aplico sesión tras sesión.
Es decir, puedes estar feliz 2 horas con tus dos amigos y esa paella, luego irte a casa y sentirte una mierda.
O puedes invertirlo directamente en tu bienestar de verdad y estar tranquilo y feliz todas las horas de todos los días de tu vida.
No hay color.
A partir de aquí, te toca decidir a ti.
¿Haces terapia de pareja?
Sí.
Es una modalidad con distinto precio, funcionamiento y condiciones.
Su coste es de 80 euros por una hora y media.
No estaré sólo yo, sino que también participará otra compañera psicóloga con la que llevo años haciendo terapias de pareja.
Hemos comprobado que cuando hay dos psicólogos funcionan mucho mejor las terapias de pareja. Y así es como lo hacemos.
¿Ofreces algún pack o bono de sesiones?
Sí.
Si decides escoger un bono de sesiones tendrás un descuento en el precio.
Es de la única forma en la que hago descuentos, ya que no los necesito.
Puede sonar arrogante o lo que quieras, es verdad.
Sólo hago este tipo de descuento porque es una forma de asegurarme de que mi esfuerzo no será en balde y que podré tratarte al menos durante 4 sesiones.
Por lo tanto:
Bono 4 sesiones individuales: 180 euros en lugar de 200.
Bono 8 sesiones individuales: 350 euros en lugar de 400.
Bono 4 sesiones de pareja: 290 euros en lugar de 320.
¿Dónde estás?
Estoy en Viladecans, al lado de un parque y un colegio, donde suele haber sitio para aparcar (para mi es importante, a veces aparco en la misma puerta), aunque también estoy desde mi ordenador con una cámara.
Si vives por aquí cerca y quieres que charlemos un rato no dudes en pasarte. Nunca rechazo una buena conversación. Eso sí, escríbeme antes o puede que esté en sesión.
No me puedo desplazar. ¿Haces terapia online?
Sí y a veces la hago con la parte de abajo del pijama. Tu también la puedes hacer así si te sientes más cómoda. ¿Qué hay más cómodo que estar sentado desde tu casa y con el pijama?
¿Coges a todo el mundo?
De ninguna manera.
No sé un poco de todo, sé mucho de un poco.
Por lo tanto, lo primero que haré cuando me contactes será preguntarte porqué quieres empezar terapia.
Así sabré si yo te puedo ayudar.
Y sino te puedo ayudar no cogeré tu caso y te recomendaré a un compañero.
Por otro lado tengo un límite de pacientes y voy abriendo y cerrando agenda según las altas que voy dando. Por eso puede ser que según cuando me contactes no pueda cogerte aunque quiera.
¿Cuántas sesiones tendré que hacer?
Es imposible que te pueda decir cuántas sesiones necesitas.
Lo que te puedo decir es que yo después de la primera sesión te daré una recomendación sobre cada cuanto sería lo ideal que nos viéramos.
Una vez a la semana, una vez cada quince días, una vez al mes.
Pero siempre serás tu el que tenga la última palabra, lógicamente.
¿Cómo puedo pedir hora contigo?
Puedes enviarme un Whatsapp al 689 762 834 o llamarme.
Incluso si te es más cómodo me puedes enviar un mail a lidialucenopsicologia@gmail.com
Te responderé siempre, antes o después.
O bien haz click aquí abajo:
¿Qué formas de pago aceptas?
Sólo acepto efectivo o Bizum a otro número que te facilitaré llegado el momento.
¿A quién no le recomiendas ir a terapia?
Esto sólo es para gente que está cansada de estar mal y que está decidida a querer cambiarlo.
Es para gente con coraje y determinación.
Sino entiendes que esto no es milagroso, que no es un sprint sino una carrera de fondo, no deberías contactarme.
Mis métodos requieren esfuerzo, trabajo y tiempo para ver resultados.
No vas a estar mejor en una hora.
¿A quién sí le recomiendas ir a terapia?
A personas que están decididas a tomar el timón de su barco.
A personas que están dispuestas a dejar atrás creencias que sólo les hacen daño.
A personas que tienen miedo, pero que actuarán con él.
A personas que ya no les funciona quejarse sin más y quieren hacer algo mucho mejor.
A personas que de verdad quieren estar mejor.
Esto es para esas personas.
¿Realmente podré estar mejor gracias a ir a terapia?
Mira…
✔ Desearás haberlo hecho antes cuando por fin te levantes cada mañana tranquila sin esa tristeza con la que castigabas el mundo bebiéndote tu café.
✔ Te preguntarás porqué parecía que sólo eras feliz en Agosto tumbada en la arena blanca de Mallorca. Y cómo ahora eres capaz de relajarte y disfrutar aún sin esas maravillosas vistas.
✔ Entenderás que no hacía falta el amor de los demás para poder amarte a ti. Ahora lo apreciarás, pero no lo necesitarás ni te ahogará.
✔ Serás calma entre tanto estrés porque habrás aprendido como hacerlo. Sin que tus preocupaciones te consuman, sin que el futuro sea un problema.
✔ Tendrás la seguridad y la certeza de que ocurra lo que ocurra, tu sabrás cómo afrontarlo y gestionarlo. No hay nada más poderoso que eso, ni el mismísimo Thor.
✔ Tendrás un «salvavidas» para siempre. Es decir, podrás volver siempre que quieras a un lugar seguro donde hay una persona que no te va a juzgar hagas lo que hagas, que hay una persona que conoce como piensas y que sabe lo que quieres y lo que no quieres. Por lo tanto tendrás un as si alguna vez te vuelves a sentir perdida. Y no sólo eso, sino que podrás reencontrarte mucho más rápido.